La temperatura en los perros varía dependiendo de su edad. Si tu perro posee una temperatura superior a los 39°C se considera que tiene fiebre. Establecer los motivos de la misma es lo más importante para poder prestarle la ayuda que necesita.
Los perros pueden presentar variabilidad en la temperatura cuando son adultos y cuando se encuentran en gestación. En ambos casos es posible conseguir una temperatura más elevada de lo habitual.
Es importante tener presente cuales son las causas principales que podrían desencadenar la fiebre. El organismo de tu perro presenta fiebre como una respuesta de su sistema inmunológico ante algún tipo de infección.
Determinar las causas de la infección que produce la fiebre es lo más adecuado. Aunque un especialista en medicina veterinaria te dará las explicaciones pertinentes y tomará las medidas a seguir para entender este proceso te ayudará a curar a tu perro.
Veamos algunas características comunes de la fiebre en perros:
- La fiebre pudiera producirse por una infección bacteriana o viral.
- La ingestión de algún tipo de elemento tóxico.
- Reacción a algún tipo de vacuna.
- Un golpe de calor producto de la edad, el exceso de ejercicios físicos, el sobrepeso, algún tipo de enfermedad cardiaca, respiratoria o de otra índole.
Es necesario actuar con verdadera urgencia, ante una fiebre y disminuir con urgencia su temperatura corporal a 39.5°C, evitando así posibles complicaciones que se deriven de la fiebre.
Una temperatura excesivamente baja también pudiera traerle problemas graves a tu perro, por esa razón debe bajarle la temperatura poco a poco, ofreciendo agua, manteniéndolo mojado o colocándolo bajo la sombra.
Mantener a un perro encerrado puede aumentar la temperatura, por esa razón la recomendación es no dejarlo dentro del coche ni en sitios calurosos que puedan propiciar un golpe de calor.
La fiebre es un síntoma de una determinada enfermedad, así que lo más recomendable es esperar la evaluación del veterinario para tener un diagnóstico preciso y proceder a aplicarle el tratamiento adecuado.
Podrás mientras tanto ofrecerle agua o mojarle la boca con una esponja, de esta manera ayudaras a mantenerlo hidratado. El uso de medicamentos sin autorización médica como el paracetamol o el ibuprofeno podría terminar con la vida de tu mascota.
