Los perros al igual que los humanos pueden perder el apetito. Son muchas las causas que pueden estar involucradas en la inapetencia de tu canino. Analizar la condición de tu perro es importante para determinar porque no quiere comer.
Es fundamental proporcionarle al perro abundante agua y una alimentación balanceada de acuerdo a su edad, raza y constitución física. Ofrecerle una comida más atractiva de lo habitual podría ser la solución a esta inapetencia alimenticia.
Una variación en su dieta habitual es una excelente alternativa siempre y cuando este cambio alimenticio sea supervisado por un médico veterinario. La variación de alimentos debe manejarse con precaución para evitar así futuros problemas digestivos.
Si has cambiado la rutina diaria de tu perro, podría ser esta situación la causante de la pérdida del apetito. Un viaje inesperado que te aleje de tu mascota es un detonante para una anorexia. Los hoteles para perros tienden a entristecer al canino.
Al igual que los seres humanos, las mascotas también se deprimen y tiene la tendencia de reflejar su tristeza rechazando el alimento. Sin embargo estas situaciones son pasajeras y podrían controlarse progresivamente.
Tu presencia es un pilar fundamental en la salud de tu perro. La relación afectiva que se establece entre ambos le genera a tu mascota una atmósfera de seguridad. Trata de mantener la cercanía de tu perro para que él pueda recobrar el equilibrio nutricional.
Las enfermedades terminales producen anorexia en los perros. Son muchas las diferentes patologías que pueden traer como consecuencia la pérdida del apetito. Por esa razón es fundamental vigilar la alimentación de tu perro.
Si observas que tu perro rechaza el alimento y pasa más de 3 días sin comer debes de acudir a un veterinario. Mantenerlo hidratado es importante durante la inapetencia alimenticia que se presente. Ofrecele agua en abundancia y humedece su boca constantemente.
La deshidratación podría traerle la muerte a tu perro. Coloca bebederos en lugares estratégicos de forma tal que el canino no tenga que realizar ningún esfuerzo para ingerir el agua. Un pequeño suero casero podría ayudarlo a mantener su hidratación y a recobrar el apetito.
En el instante que observes que tu perro no quiere comer ofrécele alternativas de alimentación. Puedes alternar los alimentos secos y enlatados. Un poco de yogurt fresco compuesto con elementos naturales es una alternativa ideal para incentivar a tu perro a comer y ayudarlo a reponer los nutrientes perdidos. En 3 días podrás darte cuenta si tu perro tiene un problema de aburrimiento alimenticio. En ocasiones los perros como los humanos pierden el interés por ciertos alimentos.
Puedes también aplicar algunas técnicas para incentivar su apetito. Sirve poca cantidad de comida en tu cuenco y retiralo en 15 minutos. Si ves que se acerca lo huele y no come, espera una hora más tarde y ofrece nuevamente una comida fresca, recién hecha.
Algunos perros no soportan la comida que no esté fresca, otros prefieren el alimento frío. Esto dependerá de su gusto. La dieta cruda de BARF te ofrece muy buenas alternativas para enseñar a tu mascota a comer de forma natural. Sin embargo los alimentos concentrados pueden servirte de apoyo a la comida diaria.
Esta es una manera de ofrecerle a tu perro gran variedad de alimentos. Algunos concentrados se convierten en favoritos del paladar de tu mascota. Para evitar la dependencia de una marca específica es muy oportuno que acostumbres a tu mascota a comer diversidad de marcas. Esta es una manera de prevenir la escasez de ciertos productos en el mercado.
Teniendo a mano todas estas alternativas en el transcurso de 3 días podrás saber si tu perro tiene inapetencia por aburrimiento alimenticio o por enfermedad. Si es larga la falta de apetito entonces debes acudir a tu veterinario para evitar la deshidratación.
Es fundamental que el agua no le falte, debido a que el líquido lo mantendrá hidratado. Los snacks también representan una opción excelente para conseguir que tu perro se alimente de alguna forma. Encontrarás diferentes sabores y texturas que seguramente le parecerá interesante al paladar de tu mascota.
Explorar nuevos sabores también es una buena alternativa que podría ayudar a tu perro a ingerir algún tipo de alimento. Las compotas son una excelente opción. Colócale un poco en su cuenco y observa su conducta. Existen perros que adoran los sabores dulces y son capaces de comerse una gran cantidad de azúcar, sin embargo podrás encontrar otros perros que no toleran los dulces en la alimentación diaria y prefieren comida con sabores determinados.
La observación de la conducta del animal ante el cuenco en los momentos de inapetencia es bien importante. Podrías ayudarlo dándole el caldo de sopa con una pequeña inyectadora si notas que se niega a comer. La presencia de su amo es fundamental a la hora de la comida, la emotividad juega un papel muy importante en la vida de cualquier mascota.
Algunos expertos en alimentación canina mezclan con el caldo de una sopa pequeñas cantidades de alimento concentrado que al mojarse se expanden un poco y le dan un toque diferente. Esta es otra de las múltiples alternativas que podrás experimentar con tu perro.
Los jarabes medicinales ricos en vitaminas y minerales son una excelente alternativa para incentivar a tu perro con la alimentación. El estrés, el aburrimiento, la anemia, la depresión o alguna enfermedad grave son las posibles causas que influyen en que tu perro no quiera comer. Un recurso que podría ser bastante convincente para que tu perro coma es colocarle huesos crudos y blandos solamente con abundante carne. Los cartílagos del pollo, combinados con trozos de carne en pequeñas cantidades, crudos y cocidas lo podrán incentivar a comer algo.
Son muchas las opciones que tienes para probar con la alimentación de tu mascota durante tres días. Ofrécele aquel alimento que hayas observado que le atrae más. Intenta por todos los medios que nutra su organismo y reponga sus energías, comida seca, cruda o cocida. Recuerda que la vida de tu mascota depende de su alimentación.
